martes, 15 de abril de 2014

                                                              "Venir para irse"


Me tocó nacer mujer, crecer con flores en el pecho y puerta de vida en el lugar donde emergen las piernas, esas que que me han obligado a andar caminos no siempre deseados. Porque me tocó ser mujer he padecido a multitudes señalando mis errores pero jamas aplaudiendo un minimo logro. Mujer nací y se me llena la garganta de miel cada vez que caigo en la cuenta que nada me importa el pensar del otro. Soy mujer y me enojo y me río y lloro como loca y como cuerda y corro desesperada bajo la lluvia y bajo un sol abrazador buscando ocultas respuestas y amo y me entrego como si fuera la última vez, porque es lo que soy, una mujer, el ser que nadie entiende, y esta bien, si nosotras no lo hacemos, ¿qué nos importa que otros lo hagan? Me tocó ser mujer portadora de pensamientos radicales y extremos, cuando una mujer es madre deja de lado las tibiezas y se aferra a la vida, las razones más válidas es tener por quien vivir. Y si no tenemos decendencia , también vivimos con la misma pasión, el mismo ardor y hambre de llevarnos la vida a los labios y depositarlo en un solo beso sobre el pubis del hombre o la mujer que abraza desinteresadamente nuestro corazón libre, sin pedir a cambio nada, porque nosotras tampoco lo hacemos. Sólo estamos y somos, respiramos y sobrevivimos en un mundo donde vinimos para irnos, mientras, vamos dejando huellas como esas que siempre se encuentran en la playa, cuando baja la marea. 



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